La biodanza es un sistema de crecimiento personal cuyo objetivo es la integración humana. Consiste en una actividad enfocada a que crezcas como persona a través de música y movimientos específicos.
Cada clase de biodanza te proporciona experiencias beneficiosas para la salud, ya que con ella reducimos los niveles de estrés, sube el humor endógeno y te ayuda a replantearte tu estilo de vida.
Es muy importante el hecho de que al disminuir el estrés considerablemente se refuerza el sistema inmunológico, elevando así tus índices de salud, por lo que enfermas menos. Y además hace que te sientas más vital.
Muy destacable es el hecho de que con su práctica se produce una renovación a nivel celular, Rolando Toro creador de la misma, se encargó durante más de cuarenta años de analizar los beneficios corporales a nivel orgánico y los emocionales, dado que era psicólogo y antropólogo.
En el ámbito relacional, te puedo decir que al poco tiempo de empezar a practicar Biodanza puedes ver cómo se desarrolla la afectividad y en concreto aumenta tu empatía, asertividad, se refuerza tu determinación y coraje, por lo que disminuye la timidez, incrementando tu capacidad de resolución y valentía. Con su práctica empiezas a abrirte más a las otras personas llegando a crear relaciones de calidad más profundas. Originándose un proceso de integración contigo misma/o, con los demás y con el entorno.
Aumenta tu creatividad, alegría, valentía en la toma de decisiones, con lo cual se eleva tu autoestima, además de la confianza en uno/a mismo/a y en los demás.
La biodanza es muy transformadora, ya que hace que te encuentres a ti misma/o haciendo que llegues a vivir conforme a tus gustos, valores, anhelos y sueños.
Ahora voy a pasar a contarte cómo se desarrollan las clases.
Se practica una vez a la semana a través de sesiones de unas dos horas.
La primera media hora decimos que es de “compartires”, durante la cual los alumnos comparten sus sentires de clases anteriores, hablan de sus emociones, de los beneficios que van sintiendo, de los cambios que están percibiendo, y la resonancia que la biodanza va teniendo en su propia vida.
La hora y media siguiente es totalmente práctica, durante la cual, a través de la música, la danza y el contacto se van desarrollando los ejercicios. Antes de cada uno de ellos la profesora o profesor explica brevemente en qué consisten a través de una escueta consigna, donde hace referencia a como se realizan y en muchos casos a su relación con nuestra propia vida; después muestra cómo se hacen; los alumnos se fijan y los practican ellos mismos.
Es clave el dejar la palabra a un lado, para así disminuir la actividad del córtex, en concreto de la parte del cerebro relacionada con el lenguaje, ya que ello nos permite estar más presentes en el aquí y en el ahora, y que lleguemos a un gran estado de conexión con el momento presente y con nuestro propio cuerpo. Y así, a través del juego, del disfrute, y sin darte cuenta de ello se van eliminando corazas de una forma totalmente inconsciente para dejar que afloren los potenciales inhibidos de cada uno de los participantes, cuyo objetivo prioritario es alcanzar su propia identidad.
Se utilizan secuencias musicales totalmente organizadas, músicas específicas previamente seleccionadas con un orden predeterminado y en busca de unos beneficios concretos, de tal forma que sin ese orden y sin esas músicas no se conseguirían los beneficios de los que he hablado. Se sigue una metodología muy precisa y determinada.
Es un método que lleva en activo más de cuarenta años y en mi escuela (Escuela Hispánica de Biodanza S.R.T) nos regimos por el Sistema Original de Rolando Toro Araneda, que como bien he dicho antes fue su creador.
Un día la biodanza se cruzó en mi camino, así, de casualidad, como la mayor parte de las cosas importantes que nos pasan en la vida. Y entró en mí de tal manera, que después de casi tres años de práctica entendí que quiero dedicar mi vida a ella, y a que otros/as la conozcáis.
He vivenciado un cambio profundo a nivel existencial, he podido comprobar lo altamente beneficiosa que es, tanto a nivel emocional como de salud, de tal forma que uno de mis objetivos prioritarios es expandir la semilla que sembró en su día Rolando Toro.
En mi caso ha aumentado la valentía para tomar decisiones, me hizo replantearme mi estilo de vida y cambié muchos de los aspectos de la misma. Me dicen que cada vez estoy más joven, y lo estoy, y lo soy. Soy totalmente consciente de la renovación celular que se ha originado en mi cuerpo tras estos años que he practicado biodanza. Y el cambio ha llegado sin ni siquiera darme cuenta, ha sido un proceso muy bonito.
Actualmente me encuentro impartiendo clases como Facilitadora Autorizada S.R.T. Me encanta acompañaros en esta gran aventura biodancera de transformación personal.